El sobrenombre es tan conocido como las marcas de bebidas que ha transportado y llevado a nuestras casas de toda la vida. ¡Más quisieran esas marcas llegar a la altura de esta empresa familiar! Porque la "marca", creada en torno a José Ramón es tan merecida por muchos motivos: el rigor en el trabajo,  la predisposición a ayudar, el saber hacer, y la amabilidad han sido una constante siempre. 

Llevaba tiempo queriendo hacer este "reportaje-homenaje" a José Ramón, desde la perspectiva que me ofrece mi vocación documentalista. Desde siempre, la fotografía que se pueda ver y permita recordar a la gente, más allá de las modas y del momento, me ha parecido una función interesante que cumplir. Muchas veces pienso que no prestamos la suficiente atención a la calidad humana que tenemos a nuestro alrededor, muy cerquita nuestra. Gente que tiene historias alucinante, que ha forjado un indefectible carisma. 

Y es que el apodo de "Monsa" le vino de un parecido físico con un habilidoso futbolista del Valencia apellidado "Monzó", en la década de los 50 ¡Lo que son las cosas! Finalmente toda la familia pasó a ser relacionada y reconocida con dicho apodo, como no. Eso también es marca. Una marca que empezó en los 70 y que a día de hoy, cuenta más de 50 años de existencia ¡imagínense! Hoy, un verdadero hito para una empresa familiar. 

José Ramón es de ésas personas que siempre caen bien. Una clase trabajadora que ha sabido progresar con muchos esfuerzo y discreción, con un alto coste de vida personal, pero del que hoy puede presumir ser reconocido por todos y toda la población de Santa Pola. Eso también es historia. 

Entrando en materia, y del mismo modo que José Ramón atiende a todo el mundo de manera amable y respetuosa, no tuve ningún problema en convencerle para formar parte de éste proyecto, junto a sus hijas. Antes de empezar con la toma de fotos, me gusta siempre hacer una aproximación al personaje que fotografío, cuestión de "destensar" los primeros disparos ya que en muchas ocasiones aunque exista un conocimiento previo de unos y otros, el fotógrafo debe saber crear ése ambiente de manera rápida y eficaz. 

Mi modelo del día me pide hacerse una fotografía al lado de otro imagen a la que tiene especial cariño, el coche de reparto de sus comienzos, y es que medio siglo da para muchas anécdotas. Y eso es lo que me encanta, gente que tiene historias que contar. No hay nada más aburrido que alguien que no tenga nada que contarte, pero José Ramón tiene infinidad de avatares de una vida volcada a su trabajo y dedicada a su familia. 

La fotografía es pintar con luz, pero también es amar al ser humano

Y con los años descubrí que necesito de estos proyectos para seguir investigando y saciar mis ganas de conocer el entorno que me rodea, interactuar con él, documentarlo. Uno se sorprendería de lo fáciles que son las cosas y las relaciones, cuando hay una verdadera pasión de comunicarnos unos con otros sin más intereses. 

Sobre el proyecto

La fotografía me permite acercarme a personas de una manera íntima para contar mi verdad, la verdad de cómo yo los veo.Lo cierto es que me encanta que el retrato deje una muestra testimonial, y que transmita atemporalidad al tiempo que pueda sugerir historias. Historias que cuenten algo de las personas. Empecé mi andadura fotográfica haciendo retratos únicos en mi estudio, hasta que pronto empecé a salir a la calle para lograr contextualizar mejor las cosas. Con el tiempo he aprendido a valorar pequeñas colecciones para entender mejor la historia de cada fotografiado.

Las personas somos recordados por lo que somos y lo que hacemos. Y por ésa peculiaridad que tenemos, ése carisma, quizá por ése humor tan agudo o por la simpatía que desprendemos, por la clase natural que algunos les viene de cuna, por la seriedad que a cada cual caracteriza, por ésa personalidad que hemos desarrollado con la vida, por ése rostro que a modo de mapa refleja todo aquello que hemos sufrido, peleado, logrado. No juzgo a nadie por su aspecto ni sus rasgos o su mirada, sólo quiero conocerlos y conseguir sacar ése rasgo propio a cada uno.
Con esta necesidad de evolucionar, siempre ando buscando mi próximo retrato.